¿Ha recibido algún documento o notificación de la Administración o de alguna compañía que no haya entendido? ¿Ha necesitado explicaciones telefónicas para comprender el mensaje o sus implicaciones? A la ansiedad que nos genera vernos obligados a solicitar aclaraciones, se añade el desánimo que experimentamos ante pantallas ingratas, plagadas de botones y textos sinuosos cuya aceptación terminamos pulsando. Hace ya más de cincuenta años que los movimientos civiles norteamericanos empezaron a reclamar el derecho de los ciudadanos a entender a su Administración, a recibir una comunicación que puedan comprender sin dificultad. Este libro analiza el concepto del derecho a entender, su desarrollo histórico y la protección que ya se le otorga en numerosos países; las implicaciones que ese derecho exige en la era de Internet y la normativa que lo ampara, particularmente en la Unión Europea.